Astrid Madrigal, una
joven piloto mexicana que nació hace
17 años en el estado de Chihuahua, al norte de México, tuvo la oportunidad de
interactuar con las motocicletas
desde muy temprana edad.
“Mi papá antes corría motos, además tiene talleres de motos,
así que siempre tuvimos motos en mi casa…”, revela Astrid Madrigal, quien a los seis años participó en su primera
competencia formal: una carrera de motocross.
Lo hizo con una motocicleta prestada y ganó la carrera. A
partir de ese momento, nada ha detenido su andar por el motociclismo deportivo.
Astrid Madrigal, que
actualmente es piloto de ITALIKA Racing,
ingresó al motociclismo de velocidad a los 12 años, participando en la primera
copa femenil que se realizó en México, mientras que en 2014 fue campeona
nacional y en 2015 subcampeona Latinoamericana y Panamericana.
En 2016 fue campeona absoluta de la escudería mexicana; la
joven chihuahuense se adueñó de la WS Cup y la Copa RT250 en la categoría de Baja
Cilindrada y ganó la Copa ITALIKA RT250 del Campeonato Nacional de Velocidad de
Alta Cilindrada.
El camino que ha recorrido Astrid Madrigal para llegar a la máxima categoría del motociclismo
no ha sido nada fácil. “Solo tengo una vida, así que seguiré trabajando para
que mis sueños se sigan cumpliendo”, advierte.
La piloto
orgullosamente mexicana está más que lista para hacerle frente a una nueva
temporada, donde buscará consolidarse como piloto y seguir trabajando en busca
de su gran sueño:
“Se vienen cosas sensacionales, tanto en lo personal como
para la marca, en este punto estamos trabajando para que en unos años, no muy
lejanos, podamos llegar al Mundial con una marca mexicana como ITALIKA”, sentencia Astrid Madrigal, una mexicana de alta velocidad.